Por culpa de la metafísica
Qué noche en el Alexei Peshkov aquel aniversario de la fundación de la Colonia. Primera vez que escuchaba algo que no era como lo de Kliment Ostapiuk, el poeta del pueblo. Yo no entiendo nada…
Qué noche en el Alexei Peshkov aquel aniversario de la fundación de la Colonia. Primera vez que escuchaba algo que no era como lo de Kliment Ostapiuk, el poeta del pueblo. Yo no entiendo nada…
Vi que la puerta del boliche estaba abierta y entré. Un veterano medio pelado estaba sentado debajo de un acordeón colgado de una pared y un hombre joven con boina acodado al mostrador tenía un…
El boliche de la Cooperativa ya era viejo cuando lo conocí. Pisos gastados, postigos descascarados, un mostrador pulido por los codos de treinta años de borrachines. Fue de tarde, cuando volvía de recorrer el espinel…
Lo de Puchalski empezó como un empacho. Le alcanzaba con comer un par de bocados de cualquier cosa para quedar inflado, como si se hubiese despachado dos platos de fideos. Le pasó un día, dos.…
Vivía en la calle más fúnebre de la Colonia. Se llamaba Democracia. En la última cuadra, poco antes de que el pueblo pasara a ser arenal y después monte y estero, había casuarinas y pinos…
La pasaba bien de chico. Revolcarse en la arena, subirse a los árboles, tener hectáreas de pasto y monte para recorrer y un río larguísimo y ancho para mirarlo desde los sauces al atardecer no…